Los miniteléfonos de pocos centímetros que arrasan entre los presos y que son problema para la Justicia

Las autoridades francesas ya han requisado más de 5.000 de estos dispositivos

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Imagen de archivo de una
Imagen de archivo de una cárcel. (Adobe Stock)

Las historias en las que los presos consiguen escaparse de la cárcel suelen ser muy llamativas. De hecho hay varias series y películas que han sido éxitos taquilleros. Una de ellas de Prision Break, una de las más vistas de inicios de siglo.

Las historias de Michael Scofield y Lincoln Burrows parecían utópicas e irrepetibles. Sin embargo, la policía francesa ha tenido que incautar en 66 cárceles diferentes teléfonos de tamaño minúsculo, algo que ha hecho saltar todas las alarmas debido a la gravedad del asunto.

Según informa el diario francés Le Monde, la policía ha confiscado más de 5.000 minimóviles este martes, siendo una prioridad para el cuerpo de seguridad requisar todos estos pequeños dispositivos electrónicos.

Quién ha distribuido estos dispositivos

Estos teléfonos en miniatura se estima que han sido distribuidos por una página web que se dedica a la venta de estos teléfonos en miniatura. Esta web francesa se llama Oportik y se dedicaba a comprar los teléfonos a una empresa China y revenderlos en Francia.

Pese a que la policía no haya confirmado de manera oficial que sea esta, la web permanece cerrada. De hecho, si intentas acceder a esta, aparece una imagen en el que se especifica que la web ha sido incautada por un proceso judicial.

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Imagen de la web de Oportik en la que se especifica que la web está bajo investigación de la policía. (oportik.com)

Además, en su cuenta de Instagram, @oportik.phone, compartían fotos en las que presumían de su efectividad a la hora de entrar en la cárcel, pudiendo pasar los controles sin ningún tipo de problema. Esto se debe a que estaban compuestos casi por completo con plástico, lo que los hacía indetectables. Para meterlos en la cárcel tenían que introducírselos en el ano y, una vez pasado el detector, expulsarlos.

Captura de pantalla de una
Captura de pantalla de una de sus publicaciones en Instagram. (@oportik.phone)

Estos pequeños dispositivos están a la venta en diferentes tiendas a lo largo del mundo, siendo China su principal exportador. La venta de estos dispositivos no está prohibida, sin embargo Oportik cometió un error garrafal al exponer de manera tan evidente en redes sociales lo efectivo que puede ser su uso en las cárceles.

El inicio de una tendencia global

Los móviles han permitido a cientos de presos continuar con sus actividades delictivas, que van desde el tráfico de droga hasta actividades de extorsión. La Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust) ya se ha hecho eco de esta noticia, advirtiendo al resto de países de que podría ser una práctica recurrente en el resto de cárceles.

España es uno de los países que más pendiente debe de estar de esta tendencia debido a la cercanía geográfica que tiene con Francia. En muchos casos, los primeros países en adoptar este tipo de tendencias delictivas suelen ser los que más cerca están geográficamente.

La reciente noticia ha hecho saltar las alarmas en redes sociales, siendo un suceso muy llamativo. Estos pequeños teléfonos medían entre 2 y 4 centímetros y su precio estándar es de 20 euros, sin embargo, hay algunos modelos que pueden llegar a los 100 euros.